miércoles, 21 de julio de 2010

QUÉ FUE ANTES, ¿EL HUEVO O LA GALLINA?

ARTÍCULO CIENTÍFICO

En una investigación conjunta entre la Universidad de Sheffield y la de Warwick, se han estudiado con una supercomputadora llamada HÉCTOR, los componentes de la cáscara del huevo.

Simulando el proceso de biomineralización (producción de minerales o materiales sólidos dentro de los organismos), se descubrió una proteína llamada ovocledidin-17, que es, tal y como han explicado los investigadores británicos a la CNN, esencial para la formación de los depósitos necesarios, que sólo se encuentra en los ovarios de la gallina. Por tanto, el componente alfa de este misterio no es otro que: ¡la gallina!

Sin embargo, uno de los autores del artículo, Colin Freeman, de la Universidad de Sheffield en el norte de Inglaterra, declaró a la CNN que el resultado no fue tan contundente como parecía: “Yo diría que el concepto de una cáscara de huevo se produjo mucho antes de la gallina, es cosa de dinosaurios o incluso antes de los dinosaurios. Esto es algo a tratar con un biólogo evolucionista”.

Quizá en un tiempo, los investigadores puedan desvelar resultados más concluyentes para un argumento tan interesante.

CONTESTACIÓN A ESTE ARTÍCULO

¡Bah! Todo macho ibérico sabe que fue antes el huevo y que sin un par de buenas pelotas, ni fecundación, ni nada de nada. Además los huevos ibéricos están desprovisto de cáscara. O sea, que todo va a pelo, o a capella. Así es como se han engendrado siempre los machitos ibéricos, de toda la vida.

Otra cosa es el que quiera hacérselo con la gallina, a falta de otros alicientes. En ese caso, es tan importante la gallina como el huevo.

Con el paso de los años, los huevos se deterioran y el pitorro se pone pachucho, con lo que la gallina comienza a adquirir cierta importancia; siempre y cuando no esté seleccionada por Gallina Blanca para fabricar caldo.

Ante verdades como estas, no sé que coño hacen los científicos con tanta elucubración.

martes, 20 de julio de 2010

EL PULPO PAUL

Uno de los animalitos más inteligentes del medio marino, si no el que más, es el pulpo. Sólo tiene un defecto (a juicio de las mujeres): le sobran tentáculos (manos).

En efecto, mete mano (tentáculos) por donde puede y/o le dejan, lo que hace que las sirenas se sientan extremadamente quejosas de ellos. Algunos ejemplares también meten mano (tentáculos) a los bienes ajenos, por lo que se colocan en ayuntamientos marinos, donde pueden arramplar a sus anchas, lejos de la ira de Neptuno. También producen chupetones, por las ventosas que se alinean a lo largo de los tentáculos; lo es muy celebrado por los varones humanos promiscuos, que siempre pueden argüir la disculpa ante su mujer: “me lo hizo un pulpo”(*).

(*) No utilizar este argumento, si no es usted miembro del equipo de buzos de la guardia civil.

Especialmente dotado para las matemáticas, posee la habilidad de sumar con los dedos. Algunos autores afirman que, incluso, sabe multiplicar. Otros, se aventuran más allá, dotándoles del don de la escritura: en efecto, utilizarían su tinta y los tentáculos para escribir varios libros a la vez, o uno de gran extensión. En este sentido, se les atribuye la autoría de multitud de culebrones y/o telenovelas.

Comen casi de todo, pero siente predilección por los mejillones y las almejas… (dicho sin mala intención). Grandes contorsionistas, son capaces de adaptar su cuerpo a las circunstancias más adversas para conseguir alimento… (o sea, igual que usted y yo). Algunos ejemplares, han desarrollado la facultad de la adivinación, como el Pulpo Paul, que ha venido pronosticando el resultado de los partidos del mundial de fútbol ¡lo que hay que hacer para no ser comido! –exclama en la soledad de su pecera, cuando nadie le escucha– La única desventaja del pulpo es lo bien que casa con la patata cocida, el aceite de oliva y el pimentón. Circunstancia que es aprovechada por los gallegos para servirlo cocinado:

¡Una de pulpo a la gallega, marchando!