jueves, 24 de octubre de 2013

Paliza Astroteologfilosófica

El Gran Diseño es la última (o una de las últimas publicaciones) de Stephen Hawking en Astronomía.
Como cualquier astrofísico, se siente deslumbrado por la grandeza y complejidad del Universo, que ha dado lugar a formaciones espectaculares de infinitas proporciones. Esto, sin contar con que puedan existir varios o infinitos. Y luego, la vida, de la que es muy probable esté sembrada la totalidad del cosmos.
Hay quienes piensan que todo fue creado por un ser superior, al que llaman Dios (u otros nombres; o varios seres), para dar cabida a nosotros, los humanos.
Yo, para empezar, lo encuentro un poco grande, cuando en una parcelita mediana me puedo desenvolver perfectamente. Otros, sin embargo, desean colonizar la Luna, Marte y otros planetas, porque, al parecer, éste se les ha quedado pequeño.
Primero se diseñó el ADN (molécula en forma de hélice, básica para la vida) y luego cada cual se apropió de la que más le iba a su manera de ser. Casi todos elegimos la del chimpancé, porque es el ser más astuto, de entre los mamíferos. Y el más cruel, con sus presas y con sus semejantes. No es casualidad.
Las dimensiones del Universo y la energía en él contenida es tal, que sobra para freír un huevo en los aledaños de una estrella caliente, elegida al azar, o en las erupciones de rayos gamma de un agujero negro. No ha podido demostrarse si el huevo se coció en su punto, porque el sujeto que lo acercó a estas estructuras está volatilizado.
No entender para qué tanta parafernalia, total para acogernos a nosotros y otros seres similares, que pudieran habitar más allá del sistema solar, es natural. Pero asumir que el ADN es el fin último del cosmos para dar forma a todos los seres vivos, se me antoja un capricho y un acto de soberbia difícil de digerir.
Puede que los humanos tengamos algo de especial (eso creen muchos), pero ¿qué pinta un mosquito en nuestras vida, que no sólo nos da la noche, sino que puede trasmitirnos enfermedades graves, como la malaria? La mosca es menos dañina, pero muy molesta (especialmente la variedad cojonera). Y así un montón de parásitos, ya que a nuestros depredadores, les depredamos nosotros mismos.
Para que el universo se formara, hubo de haber una gran explosión, de proporciones inimaginables (big bang) y otras menores, que continúan hoy en día. Algunos científicos, entre los que me incluyo, opinan que Dios es valenciano, dada su afición por la Mascletá cósmica.
Para que naciéramos nosotros, un parto dramático en la realizad y trágico en la ficción cinematográfica.
Luego, la trayectoria de la vida, dura y compleja, en el mejor de los casos. Indigna en demasiadas ocasiones.
Finalmente, la enfermedad y la muerte.
Si el Gran Diseño cosiste en crear algo muy grande y explosivo, para hacernos venir, total cuatro días, generalmente a sufrir, y luego matarnos, muchas veces de forma inmisericorde, desde el punto de vista humano, bien podría llamarse La Gran Chapuza.
 Como no sea que estemos viviendo una realidad virtual y que existan otras paralelas, esto de la vida resulta infumable (y no porque se haya censurado el tabaco).
Además, esto del mundo terráqueo está visto que lo controlan supersimios, dotados especialmente para la supervivencia. Es la dictadura del mono primitivo y cruel sobre el homo sapiens. No tiene que ver que tengan aspecto humano, En su cerebro está la depredación de la raza humana y, casi siempre, la maldad.
No es casualidad que se sitúen en los círculos de los poderes políticos, religiosos y/o económicos. Habría que hacer un censo de los psicópatas apegados al poder.
Os aseguro que ningún experto en Antropología me hará cambiar de actitud en algo que es como es por ley natural, porque el mundo se ha hecho así. Probablemente a sí mismo, dado que la inteligencia está en los fundamentos de la Creación.
La inteligencia no lleva implícita la bondad o la maldad, pero sí el instinto de la depredación, hacia otros. Para demostrar esta última teoría sólo es necesario meter la mano en la boca de un cocodrilo de agua salada, que es el más grande y agresivo. Si todo va bien,  podéis perder solamente la mano.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

MILANA BONITA

Supongo que todos conocéis la novela de Delibes “Los Santos Inocentes”, donde describe un ambiente de desigualdad social entre una familia miserable y los señores o señoritos a los que sirven.

Resulta tremenda la distancia entre los que viven en el lujo y matan el tiempo cazando –nunca mejor dicho lo de matan– y los que se mueren de asco por faltarles lo necesario para la supervivencia.

Para colmo, el matrimonio Paco y Régula atienden a Charito “la niña chica” minusválida y cuidan de Azarías, amén de otros dos hijos, varón y hembra.

Azarías es el paradigma de la miseria, con el coeficiente intelectual del chimpancé. Pero con las ideas muy claras sobre el bien y el mal, aunque parezca una contradicción.

Paco es el ojeador de las palomas que caza el señorito Iván, que llega a ser obligado a realizar las labores de un perro de muestreo, incluso con la pierna “tronzada” (rota).

Azarías acoge como mascota una “milana”, que, en realidad no es un milano ni ninguna otra rapaz, más bien parece un córvido. Ese es su tesoro y su afecto.

Como quiera que Paco, el señorito, la mata de un disparo, en una de esas gracias que tanto gustan a los psicópatas y/o poderosos, Azarías le lía una soga al cuello, desde el árbol en que se produce el acontecimiento y tira de ella suspendiéndole hasta la muerte.

Parece, y es, la tragedia de la vida. El pueblo llano somos honestos, trabajadores, sumisos, “obedientes y hasta en la cama”, pero

SI NOS QUITAN A LA MILANA MATAMOS AL SEÑORITO. 

No es casualidad que se aplaudiera esa escena en el estreno de la película. Todo un aviso para los que están cruzando el límite de la tolerancia ciudadana.

miércoles, 17 de octubre de 2012

EL TIEMPO

No hace mucho que los seres humanos creíamos que el tiempo era el transcurrir de las horas y también algo meteorológico. Así surgieron los relojes y los barómetros. La mejor cualidad de los primeros es que den la hora exacta en cualquier parte y lugar de la tierra y hasta del cosmos. Pues no, resulta que el tiempo es mucho más, desde Eistein, siendo una variable sujeta a alteraciones, de modo que no transcurre igual en todas partes y, mucho menos, en distintas circunstancias. No es sólo que se nos haga largo esperando a la novia, o corto cuando estamos disfrutando con ella, sino que realmente transcurre más deprisa o más despacio, dependiendo de la velocidad a la que nos movamos. A la de la luz, tiende a cero. El viaje en el tiempo es a los cosmólogos lo que los cruceros a la gente normal y corriente, algo deseable pero inalcanzable. Y eso que ahora se han puesto de moda y todo el mundo va a Santorini en barco (mientras no vuelque). Nos dicen los astrofísicos que el viaje al pasado no es posible, por aquello de las paradojas. La más impactante es que podríamos matar a nuestro abuelo, con lo cual nunca habríamos nacido. Esto parece de sentido común. Pero sí se puede viajar al pasado, yendo a velocidades próximas a la de la luz. En cuyo caso, diez años de viaje espacial vienen a ser cien en la tierra. Digo yo que volver al futuro, cuando puede que ya no se den las condiciones para un aterrizaje sin incidencias, o acaso el planeta se haya deteriorado tanto que ya no sea compatible con la vida, o, lo peor, todos los seres queridos de los astronautas han muerto, o están en estado tan decrépito que no conozcan ni a su padre, no es lo más inteligente que puede hacerse, ya se trate de la NASA. Los viajes en el tiempo, ¡ya existen! ¿No es la vida un viaje en el tiempo, desde nuestro pasado hasta nuestro futuro? No podemos tener presente el pasado, pero sí recordarlo. Y si es remoto, estudiar los hallazgos arqueológicos. El futuro remoto no podemos conocerlo, pero sí nos hacemos una idea de cómo será. Nosotros vivimos en el futuro, ya que cada instante ya está en el pasado. Cada segundo se diluye del presente. ¿Entonces para qué coño queremos una máquina del tiempo? Se me hielan las carnes al pensar que algún científico listillo (o muy listillo) pueda conseguirlo, pues veo que peligra mi integridad. Y la de ustedes / vosotros. ¿El tiempo? el tiempo es lo que se jode cuando llega el fin de semana.

martes, 17 de julio de 2012

¡YA ENTIENDO!

¡Ya lo he comprendido! Me ha costado, pero ya he entendido esto de la crisis. Al principio, es como la Teoría de la Relatividad de Einstein, que está reservada para las mentes más preclaras y/o científicas. Los grandes temas de la macroeconomía, las finazas, los mercados…, parecían estar reservados para los especialistas. Pero, a ver si lo he comprendido bien (me rectifiquéis, si no es así): Unos banqueros especuladores y sin escrúpulos nos han prestado dinero esperando hacer el gran negocio, que solían venir haciendo. Como nos hemos endeudado tanto, no podemos devolverlo. Y, para más INRI, nos suben los intereses. Además, se permiten el lujo de “acogotarnos” con recortes sociales (léase a la plebe), lo que nos lleva a un círculo vicioso del que no podemos salir (España, Grecia, Italia). Es como querer que nos apretemos el cinturón y bajemos los pantalones, todo al mismo tiempo (difícil). Además de chorizos y sinvergüenzas, son estúpidos, porque con estas medidas nunca van a recuperar lo prestado. Pero resulta que esto de estrujar a los pobres, por parte de los ricos, es más antiguo que la Tana (¿alguien sabe quién fue?). Esto no tiene ningún misterio macroeconómico, esto es lo de siempre. Es ley de la naturaleza humana que, para que los pobres (la plebe) podamos disfrutar de un cierto bienestar, los ricos tienen que estar forrados. Cuando ellos dicen que pierden, que no crecen, significa que nosotros estamos en la indigencia. Y eso lo hacen cuando tienen un poco menos de beneficios. Que les va mal en un país, se llevan la pasta a otro. Que temen por sus dineros, hacen de los paraísos fiscales un pastizal. A mi modo de ver, no hay otra que la revolución, que tampoco es un invento de ahora. Es como un ciclo de horror que se viene repitiendo a través de los siglos, porque los poderosos sólo sueltan la guita, si se les quita por la fuerza (y cualquiera). Tanta tecnología y no hemos aprendido a convivir ni a compartir. Si no fuera porque somos simios, diría que, en realidad, somos asnos. HP sería el calificativo para los depredadores humanos. Y no estoy hablando de una empresa de ordenadores. Pero, podemos seguir pensando que es esta situación es culpa de los políticos, que con ponerles verdes, ya tenemos, al menos, un desahogo.

viernes, 6 de julio de 2012

LA OVEJA

En la cadena trófica, la oveja ocupa un claro lugar para ser comida. Como quiera que el hombre ha remplazado los herbívoros naturales por ovejas y vacas, el lobo se zampa todas las que puede, a falta de sus presas naturales. ¡Que viene el lobo! La oveja no solo se deja comer, sino que acude a la llamada del ganadero, cuchillo ensangrentado en mano, para ser muerta por él, cuando ya vio matar a su compañera o hermana. Esto me lo ha contado uno de ellos en persona. El hombre es, a efectos de sus depredadores, como la oveja que se deja explotar y sacrificar para engordar las barrigas de los poderosos. Estos han inventado una sociedad de consumo, de permanente crecimiento, donde nos han hecho creer que hay que producir cada vez más para mantener la sociedad del bienestar. Alguien como yo, y algunos pocos, que somos ovejas por obligación más que por vocación, nos hemos dado cuenta de que nos están tomando el pelo (léase explotando de la manera más canalla). A ver, la sociedad del bienestar existe para los “plebeyos”, porque de la mesa de los “patricios” caen algunos restos que podemos aprovechar. Entre tanto, nos han envenenado lentamente, a base de pesticidas, residuos de carburantes, productos químicos de todo tipo… No solo a nosotros, sino al planeta entero, como documentan todos los estudios medioambientales realizados. Un servidor de ustedes vosotros, cuando pasea por la calle o usa la bicicleta, recibe una buena dosis de detritus de gasoil y gasolinas. Cada vehículo a motor me roba una porción del aire que necesito para respirar. ¡Y a todo el mundo!, sólo que la mayoría ni se lo plantea. El coche se ha convertido en una necesidad y/o artículo de lujo, porque los beneficios que obtenemos los comunes de los mortales no son nada comparados con los que obtienen las multinacionales del mundo del motor. Y así pasa con todo. El problema es que esta situación se está acabando (“la avaricia rompió el saco”), en un proceso que yo llamo la megacrisis. Y que consiste ya no se va a poder vivir a este ritmo, no se va poder crecer permanentemente, ni ir en coche a todas partes (incluido el comercio de la esquina). ¡Se acabó lo que se dada! Y si no se acabó, lleva camino de ello, en no mucho tiempo. Estamos agotando los recursos del planeta. La tristeza es tener la certidumbre de que nuestros hijos no van a poder disfrutar del nivel de vida que hemos venido manteniendo sus mayores. La esperanza es que el mundo pueda cambiar a mejor, con un desarrollo sostenible. La preocupación es que el pueblo llano no va a ceder terreno tan fácilmente, porque su cerebro no va saber procesar el necesario cambio con inteligencia, por lo que éste será probablemente traumático. Algunos siguen creyendo que todo es culpa culpita de Zapatero. Otros creen que la solución es volver a la sociedad del bienestar, tal cual era. Y otros, que ya se inventarán nuevas fuentes de energía (¡que inventen ellos!). Es lo que yo llamo la estupidez de la oveja.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

LOS FEOS

Hay que ver lo que enseñan los documentales de la 2. Por ejemplo, no sabía que nuestros antepasados prehistóricos fueran tan feos. Se puede ser algo simio, de facciones rudas, comer carne cruda, follar a cuatro patas y cagar cuadrado, pero tan feos…?

Para más INRI, son sucios y tontos.

¿O es que el tonto es el director del documental?

Algunos realizadores de TV piensan que los niños son, en realidad, adultos bajitos y tontos, para los que hacen el consiguiente programita insoportable. Ahora se añade el documental sobre los Neandertales y demás tropa, donde aparecen seres prehumanos y/o humanoides con el comportamiento de parvularios grandes, y pintado el cuerpo con tan poca gracia que provoca hilaridad. Estos “pájaros” debían ser de dos clases, a saber: unos frioleros, cubiertos de unas mantas viejas, queriendo simular pieles, y otros calurosos que deambulan en pelota picada por los campos. El pelo sucio hasta lo imposible, la dentadura doble –salen con una postiza adosada a la propia­–, con lo que se asemejan a tiburones, cuando abren la boca. El cuerpo cubierto de unos pelos mal pegados y pintados con tal mal gusto que se ve que el responsable no ha visto nunca un nativo de las selvas (cualesquiera), que se arreglan que da gusto verles ellos y ellas. Por cierto, van mucho más limpios y lustrosos.

Ayer salía por la tele un tontolaba de estos haciéndose una herramienta, que daba pena verle. Eso no es que lo que se ve en los museos antropológicos, sino utensilios difíciles de reproducir hoy en día. Vamos, que no sabemos hacerlos como ellos y, con sus medios, menos todavía. Otro se hizo una flauta con un hueso de caña, que no sabía ni tocarla. Menos mal que se la pasó a una maciza “nandertala” –a pesar del taparrabos y sujetador harapiento y la consabida pintura corporal horrible, se notaba que estaba buena– que le faltó un pelo para interpretar un solo de flauta barroca, que dejó a todos sorprendidos. Sobre todo a los televidentes como yo mismo.

Estas pinceladas son para denunciar cómo es posible que un documental cuya temática nos toca de tan cerca, se haga tan rematadamente mal.

Imagino la cara de los actores cuando se vean en su casa con esas pintas. Tengo oído que ha habido varios divorcios y que a la mayoría dejó de hablarles la familia.

¡Pena!

domingo, 20 de noviembre de 2011

RECORTES SANITARIOS

Recortes sanitarios que se proponen para paliar la crisis y, de paso, ahorrar.

1. La lista de espera será de obligatorio cumplimiento para los feos y los bajitos. Con lo que las consultas se quedan en nada.

2. La piel sobrante del prepucio de los más dotados, en las operaciones de fimosis, se reimplantará a los escasos de hipotenusa. Es un derroche tirar lo que sobra.

3. Igualmente, se actuará con cualquier tipo de intervención quirúrgica. Por ejemplo, si a algún paciente le sobra un cáncer, se le implantará al sano que lo necesite. Así mismo, piernas o brazos.

4. Prohibida la atención médica primaria a los tíos buenos y a las tías macizas ¿Si están buenos/as para qué van al médico?

5. Se instalarán confesionarios en los centros ambulatorios para aquellas personas que necesiten un entrevista médica de más de 15 minutos. Serán atendidos por curas, que no cobran nada del presupuesto sanitario.

6. Las colonoscopias quedan totalmente prohibidas. Cada paciente se introducirá el dedo por vía rectal, en su domicilio, y le contará al médico lo observado, por teléfono. También puede pedir ayuda a algún familiar (cuñados, etc.). O bien, a la persona para la que trabajemos. De todos modos ya nos está metiendo el dedo. Se está abusando mucho de las colonoscopias y hay que ahorrar.

7. Se prescindirá del médico y de la enfermera, siendo sustituidos por la señora de la limpieza, como primer paso protocolario. Ya habrá tiempo de avisarles, si se ve que el paciente se agrava.

8. Siguiendo el ejemplo de los catalanes, queda prohibido todo servicio de urgencias. En su lugar, se acudirá al párroco de la localidad. De este modo se ahorran muchos pasos innecesarios que generan gasto. Con el tiempo, quedará suprimido el cura y sustituido por un funcionario de pompas fúnebres (enterrador).

9. El 90 por ciento de los cirujanos quedan destituidos. Serán reemplazados por polleros, en cirugía menor, y por carniceros, en cirugía mayor. El motivo es que cobran menos.

10. Queda terminantemente prohibido enfermar. Salvo las clases sociales altas, que tienen para pagarse la atención sanitaria.


… ES QUE NO SÉ POR QUÉ NO ME HE PRESENTADO A LAS ELECCIONES DEL 20-N