jueves, 14 de octubre de 2010

INMIGRANTES

Inmigrante es aquella persona que se ve obligada a trasladarse a otro país, al que considera un paraíso, para ganarse la vida, ya que en el suyo las condiciones de supervivencia suelen ser escasas o de hambruna.


Un ejemplo de inmigrante es un español de antaño desplazado a Argentina, Francia o Alemania, para trabajar como un cabrón, mientras escucha España Cañí en un radiocasete guarrindongo.


Con el transcurso del tiempo, la tortilla dio la vuelta y nos vimos en la texitura de acoger a los que nos acogieron y/o a otros más necesitados. Nuestros estadistas abrieron la puertas de la frontera en tiempos de vacas gordas, de modo que casi se nos viene toda África a la península, entre otros.


Tolerantes y cristianos acogimos todo aquello que traspasaba la línea fronteriza, incluso en procelosas pateras.


¡Que buenos somos los españoles y que buenas son las hermanas ursulinas que nos llevan de excursión!


El planteamiento era perfecto: harían los trabajos que nosotros no queremos, pagarían la seguridad social y enriquecerían el acerbo cultural. Además, sus mujeres parirían por las nuestras, que ya no quieren. Pero…


¡Mierda, se jodió el invento!


Ahora están de sobra y son una carga para el estado ¿quién iba a pensarlo?


De repente, apareció la xenofobia y un rotundo motivo para echar la culpa al gobierno. Países como Francia, reaccionan con la expulsión, más o menos justificada.


¡Vaya, vaya, se nos acabó la caridad, la solidaridad…, y el puesto de trabajo!


ESTE ESCRITO ES PARA RECORDAROS AL ESPAÑOLITO DE ANTAÑO QUE ESCUCHABA “ESPAÑA CAÑÍ” EN SU VIEJO CASSETE, MIENTRAS TRABAJABA COMO UN CABRÓN EN UNA MINA DE IDEM, (pongo por caso).

No hay comentarios:

Publicar un comentario